La información se ha convertido en uno de los activos más valiosos de las empresas. Sin embargo, con el crecimiento de la tecnología también se han sofisticado los ciberataques. En 2025, los delincuentes informáticos utilizan técnicas avanzadas para vulnerar sistemas, robar datos y paralizar operaciones enteras. Por ello, entender los ataques cibernéticos más comunes y contar con un respaldo adecuado como el backup en la nube se ha vuelto fundamental.
1. Ransomware
El ransomware es un tipo de malware que bloquea el acceso a sistemas, archivos o redes, exigiendo un pago (ransom) para restaurar el acceso. En muchos casos, los atacantes cifran datos críticos y amenazan con publicarlos o destruirlos si no se realiza el pago. El ransomware-as-a-service (RaaS) ha hecho que estos ataques sean más accesibles para personas con pocos conocimientos técnicos.
Para protegerse de esta amenaza en constante crecimiento, se recomienda:
- Realizar copias de seguridad frecuentes y almacenarlas fuera de línea.
- Mantener el software y los sistemas operativos actualizados.
- Implementar soluciones de seguridad avanzadas, como antivirus con detección de comportamiento.
- Capacitar a los empleados sobre cómo identificar correos electrónicos sospechosos y otros vectores de ataque.
- Limitar los privilegios de acceso a los datos y sistemas críticos.
- Utilizar autenticación multifactor (MFA) para proteger el acceso a las cuentas.

2. Phishing avanzado
El phishing avanzado consiste en suplantar identidades o instituciones de confianza mediante correos electrónicos, mensajes de texto, llamadas o incluso redes sociales, con el fin de engañar a los usuarios para que revelen información confidencial, como contraseñas, datos bancarios o accesos a sistemas corporativos. A diferencia del phishing clásico, el avanzado utiliza técnicas de ingeniería social más precisas, inteligencia artificial para personalizar los mensajes y, en algunos casos, deepfakes para simular voces o rostros en videollamadas.
Para protegerse del phishing avanzado, se recomienda:
- Verificar cuidadosamente la dirección del remitente y enlaces antes de hacer clic.
- Activar la autenticación multifactor (MFA) para evitar accesos no autorizados.
- Evitar compartir datos confidenciales por correo o mensaje, incluso si parecen legítimos.
- Utilizar filtros antiphishing actualizados en correos electrónicos y navegadores.
- Capacitar a los empleados y usuarios sobre señales de alerta y técnicas comunes de phishing.
- Implementar políticas claras de seguridad para la gestión de correos sospechosos.
3. Ataques de DDoS (Denegación de Servicio Distribuida)
Los ataques de DDoS (Denegación de Servicio Distribuida) tienen como objetivo colapsar un servidor, red o servicio en línea mediante el envío masivo de tráfico proveniente de múltiples fuentes, generalmente una red de dispositivos comprometidos conocida como botnet.
El resultado es que los usuarios legítimos no pueden acceder al servicio afectado, lo que puede generar pérdidas económicas significativas, afectar la reputación de las empresas e interrumpir operaciones críticas.
Para protegerse de un ataque DDoS, es importante:
- Contar con una infraestructura escalable que pueda absorber picos de tráfico inesperados.
- Utilizar servicios de mitigación de DDoS en la nube que detectan y filtran el tráfico malicioso.
- Configurar sistemas con firewalls de aplicación web (WAF) y filtros de tráfico avanzados.
- Implementar sistemas de monitoreo en tiempo real para detectar comportamientos anómalos.
- Tener un plan de respuesta a incidentes específico para ataques DDoS.
- Trabajar con proveedores de internet que ofrezcan protección contra DDoS como servicio.
4. Inyección de código malicioso (Malware Fileless)
A diferencia del malware tradicional, que se instala en el disco duro de un equipo, este tipo de ataque reside en la memoria RAM y utiliza herramientas legítimas del sistema operativo, como PowerShell o WMI, para ejecutar acciones maliciosas sin dejar rastros evidentes. Esto hace que los antivirus convencionales tengan dificultades para identificarlo, ya que no hay archivos ejecutables que analizar.
Para protegerse contra esta amenaza avanzada, se recomienda:
- Deshabilitar macros por defecto en documentos de Office.
- Implementar soluciones de seguridad basadas en comportamiento, que detectan actividades anómalas en tiempo real.
- Limitar el uso de herramientas administrativas como PowerShell solo a usuarios autorizados.
- Aplicar el principio de mínimo privilegio en las cuentas de usuario.
- Mantener los sistemas operativos y software siempre actualizados.
- Realizar auditorías periódicas de logs y procesos activos en el sistema.

5. Ataques de Ingeniería Social
Este tipo de ataque se basa en la manipulación psicológica de las personas para que revelen información confidencial, instalen software malicioso o realicen acciones que comprometan sistemas informáticos. Los atacantes suelen presentarse como empleados de soporte técnico, ejecutivos de la empresa, proveedores confiables o incluso familiares, utilizando correos electrónicos, llamadas telefónicas, mensajes instantáneos o redes sociales para establecer contacto.
Para protegerse contra los ataques de ingeniería social, se recomienda:
- Educar y capacitar a todos los usuarios sobre cómo identificar intentos de manipulación.
- Verificar siempre la identidad de quien solicita información confidencial.
- Evitar compartir información sensible por canales no verificados.
- Establecer protocolos de verificación para procesos críticos, como pagos o cambios de contraseñas.
- Implementar políticas claras de seguridad dentro de la organización.
- Promover una cultura de ciberseguridad basada en la desconfianza saludable y la comunicación interna.
6. Exfiltración de datos
Consiste en la extracción no autorizada de información confidencial desde un sistema o red, sin que el propietario de los datos lo detecte de inmediato. En muchos casos, la exfiltración de datos es el paso final de ataques más complejos como APT (Amenazas Persistentes Avanzadas), donde los atacantes permanecen ocultos durante largos períodos para recolectar la mayor cantidad de información posible.
Para protegerse contra la exfiltración de datos, se recomienda:
- Implementar sistemas de detección de intrusos (IDS/IPS) y monitoreo constante del tráfico de red.
- Cifrar la información sensible tanto en tránsito como en reposo.
- Aplicar controles de acceso estrictos y gestión de identidades.
- Realizar auditorías y análisis de comportamiento de usuarios y sistemas.
- Limitar la transferencia de datos a través de dispositivos USB y medios extraíbles.
- Establecer políticas claras de clasificación y manejo de información confidencial.
7. Ataques a la cadena de suministro
Ocurre cuando los hackers comprometen el software, hardware o servicios de terceros que una organización utiliza, con el fin de acceder a su red o distribuir malware de forma encubierta. Una vez dentro, los atacantes pueden alterar actualizaciones de software, manipular datos o instalar puertas traseras sin ser detectados durante largos periodos.
Para protegerse contra los ataques a la cadena de suministro, se recomienda:
- Realizar evaluaciones periódicas de riesgo cibernético a proveedores y socios.
- Exigir cumplimiento de estándares de seguridad en los contratos con terceros.
- Utilizar herramientas de verificación de integridad de software y actualizaciones.
- Implementar segmentación de red para limitar el acceso de terceros.
- Supervisar de forma constante el comportamiento de aplicaciones y servicios externos.
- Establecer un plan de respuesta a incidentes que incluya a todos los actores de la cadena.
8. Ataques a dispositivos IoT
Muchos de estos dispositivos son lanzados al mercado con medidas de seguridad básicas o desactualizadas, lo que los convierte en objetivos fáciles para los ciberdelincuentes. Los atacantes pueden aprovechar vulnerabilidades en el firmware, contraseñas débiles o configuraciones por defecto para tomar el control de los dispositivos, integrarlos en botnets, espiar a los usuarios, alterar datos o interrumpir procesos industriales.
Para protegerse contra los ataques a dispositivos IoT, se recomienda:
- Cambiar las contraseñas predeterminadas por claves robustas y únicas.
- Mantener el firmware de los dispositivos actualizado con los últimos parches de seguridad.
- Desactivar funciones innecesarias como accesos remotos si no se utilizan.
- Segmentar la red y conectar los dispositivos IoT a una red separada de la principal.
- Utilizar herramientas de monitoreo del tráfico IoT y detección de anomalías.
- Adquirir dispositivos de fabricantes confiables con certificaciones de seguridad.

El backup como parte fundamental de una estrategia de ciberseguridad
Aunque ninguna empresa está 100% a salvo de un ataque, contar con un sistema de backup robusto y actualizado es una de las formas más efectivas de reducir el impacto de un incidente. El backup no solo protege los datos, sino que también permite la recuperación rápida y evita la paralización de las operaciones.
Un buen backup debe cumplir con las siguientes condiciones:
- Automatización de copias periódicas
- Cifrado de los datos durante el traspaso y almacenamiento
- Almacenamiento externo o en la nube para evitar afectaciones locales
- Versionado de archivos para recuperar distintas etapas de un documento
Claro Backup: una solución empresarial contra ciberataques
Claro Backup permite realizar respaldos automáticos, programados y seguros desde PC, Mac y dispositivos móviles hacia la nube. Además, cuenta con conexión segura y cifrada, lo que garantiza la protección de los datos tanto en tránsito como en reposo.Claro ofrece distintos planes escalables, desde 15 GB hasta 50 TB, adaptados a negocios de todos los tamaños para garantizar la continuidad operativa, reducir tiempos de inactividad y proteger su información ante cualquier incidente cibernético.